Al conectarse a una Mac sin interfaz gráfica, macOS crea automáticamente una pantalla virtual para proporcionar una interfaz gráfica. La resolución de esta pantalla depende de varios factores:
- Resolución predeterminada: macOS asigna una resolución predeterminada en función del modelo de Mac y de las capacidades de su GPU. Las resoluciones más comunes son 1920 x 1080 o 2560 x 1600.
- Emuladores de pantalla: si se conecta un emulador de pantalla (conector ficticio), macOS utilizará la resolución especificada por el emulador.
- Software remoto: algunas herramientas de escritorio remoto pueden influir en la resolución solicitando dimensiones específicas durante la conexión.
Para tener más control, los usuarios pueden ajustar manualmente la resolución usando la configuración de pantalla de macOS o herramientas de terceros como Menú de pantalla, SwitchResX o BetterDisplay.